había creído que la había convencido
pero el único engañado había sido yo
Sonrosado, hipersensible, calvo, retraído
un clítoris andante.
No te desprecio por ser fatua
por ser vana
por ser pedante
por tus pretensiones de intelectual
por dártelas de diva de Bergman o Goddard
por decir "los hombres sois incapaces de amar"
o "yo miro más allá del físico"
mientras acumulas un rosario semiinfinito
(pero afortunadamente numerable)
de musculitos hipertrofiados
que seguramente creen que Coltrane es el de Yellow en el mejor de los casos
(si no piensan que es un tren frío).
No. Me das lástima
porque me habías engañado,
porque habías logrado que tuviera un juicio equivocado de ti,
que pensara que eras una de esas pocas personas en el mundo
que merecen la pena.
Me equivoqué.
Soy así de sentimental.
De confiado.
Y de tonto.
1 comentario:
cruelmente hermoso
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