¿Cómo quieres que no me enamore de tí,
si eres un desafío permanente,
un rompecabezas, un enigma
una esfinge que logra domar a mi fiera,
que me teje de día y que me desteje noche?
Juegas con mis neuronas
como con las cuentas de un Komboloi
enhebras mis palabras en los hilos de tu telar
y en su urdimbre compones el dibujo a tu gusto.
Contigo todo es nuevo
Hasta el óxido.
El pan de ayer
los periódicos de la semana pasada.
Las flores secas.
Todo renace.
Nadie es más libre que cuando se entrega
y yo dejé de ser esclavo del mundo el día en que te conocí.
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