lunes, 28 de junio de 2010

Chorando Apréndese

La fiesta aún no ha acabado
pero hasta que anochezca
aún se puede jugar al fútbol,
cuando sea más tarde
será la hora de recoger.
La puerta ha sido trancada
a cal y canto.
El pobre perrín Chinchilla
ha sido encerrado fuera
para que no moleste
El único hueco
por el que su diminuto cuerpo peludo
podía colarse y jugar
(y por lo tanto inmiscuirse
e incordiar
en el mundo de los mayores)
ha sido tapado
con una caja de botellas
de CocaCola.
Sus quejidos,
agrios y lastimeros,
no logran conmover a ninguno
de los que apenas minutos antes
lo colmaban de mimos,
y son apagados por la música
y el griterío de los jugadores.
A su ama le encanta el nombre Chinchilla
pero yo casi creo profético
el otro nombre que le puso.
Lucas.

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