El arquitecto del Templo de Salomón
no supo diseñar un cielo para él. (¿ELLA?)
Ambarinas lágrimas
de espuma alborotada (¿ALBOROZADA?)
recorrían mi espalda
mientras el barman pinchaba a Elton John.
Desnuda de rebozo y aderezo
¿Quién le arrancaría sus secretos
y con sólo una mirada
surcaría sus océanos de pudor?
Domadora de pavos reales
de unicornios de papel (¿TIGRES?)
de indómitos animales imaginarios
te daré mi fe (¿MI CORAZÓN? Muy manido)
para que la entierres
o la incineres
como prefieras.
Cupidos que eructan
arcos iris sobre pedestales
de mármol y a sus pies (¿DE COBRE?)
sordos en silencio
discuten a gritos
en lenguaje de signos.
Mis hombros queman,
y no es sólo el sol,
también el recuerdo del ardor de tu pelo.
No sentir, no ser, no amar
la pantomima de un titiritero ciego
No hay comentarios:
Publicar un comentario