martes, 3 de agosto de 2010

Soneto 122 (William Shakespeare)

Soneto 122



Tu obsequio, tu cuaderno está en mi pensamiento,


escrito con memoria, fiel e imperecedera,


que queda por encima de las hojas en blanco,


más allá de una fecha, hasta la eternidad.



O por lo menos tanto cual mente y corazón, 5

tengan por propio instinto, facultad de vivir,


hasta que el propio olvido, no ceda en cada cosa,


parte de tu persona, tu recuerdo es eterno.



Aquellas pobres notas, ni contienen, ni quiero,


que lleven el registro donde mi amor se suma; 10

por esto me he atrevido a donar tu cuaderno,


confiado al hacerlo en mejor recibirte.



Guardar alguna cosa que pueda recordarte,


es admitir que puede, vivir en mí el olvido.





Sonnet 122



Thy gift, thy tables, are within my brain


Full character'd with lasting memory,


Which shall above that idle rank remain


Beyond all date even to eternity.



Or at the least, so long as brain and heart 5

Have faculty by nature to subsist,


Till each to ras'd oblivion yield his part


Of thee, thy record never can be miss'd:



That poor retention could not so much hold,


Nor need I tallies thy dear love to score, 10

Therefore to give them from me was I bold,


To trust those tables that receive thee more.



To keep an adjunct to remember thee,


Were to import forgetfulness in me.

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