Roto el campo y deshechos los jardines,
estoy en el sol de las calles, como un can sin destino ;
por esta senda roja yo no sé a dónde voy,
mas sé que a nada en flor, ni a nada cristalino
Está medido el tiempo, y me mata la hora
con un són que deshoja, que enfría y que remuerde ;
sólo me resta un cuadro de la tarde ó la aurora
sobre un trozo de valle florido, triste y verde.
Tristeza de un antiguo placer, que me devora
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