miércoles, 21 de julio de 2010
EL POEMA (David González)
EL POEMA
La anciana hablaba con su marido
con una voz lo suficiente
mente
clara
como para que yo,
que había llegado antes para ocuparme del micrófono,
pudiese entender, con absoluta claridad,
lo que le decía.
Lo que le decía delante de la fosa común número tres
del cementerio de Ceares, en Gijón, Asturias.
Lo que le preguntaba:
¿Pero por qué a ti, cariño?
¿Por qué tuvieron que hacerte eso, mi amor?
Con lo bueno que tú fuiste siempre,
¿por qué tuvieron que asesinarte de esa forma?
¿Por qué, mi vida, por qué?
Aquella mujer, de Santander, hablaba con su compañero
como si este aún se encontrase con ella entre los vivos
y no allí,
en la fosa común número tres,
solidario con los restos de sus camaradas republicanos.
¿Pero por qué a ti, corazón?
¿Por qué tuvo que pasarte esto, mi cielo?
¿Por qué tuvieron que asesinarte de esa manera
si tú nunca le hiciste mal a nadie?
¿Por qué, vida mía, por qué?
Por eso precisamente, señora. Porque no le hizo mal a nadie.
Por eso se lo bajaron. Porque era bueno. Y ellos,
ellos no.
Sin embargo, en vez de acercarme y decírselo,
eché un candado a mis labios y me alejé de la guerra.
A eso del mediodía, se celebraba un acto conmemorativo
del setenta y seis aniversario de la II República y yo tenía que leer
un poema.
David González. LOSER. Bartleby Editores, Madrid, mayo 2009.
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