lunes, 20 de septiembre de 2010

Gil de Biedma

DE VITA BEATA

En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.

De Senectute

Y nada temí más que mis cuidados. (Góngora)

No es el mío, este tiempo.

Y aunque tan mío sea ese latir de pájaros
afuera en el jardín,
su profusión en hojas pequeñas, removiéndome
igual que intimaciones,
no dice ya lo mismo.

Me despierto
como quien oye una respiración
obscena. Es que amanece.

Amanece otro día en que no estaré invitado
ni a un momento feliz. Ni a un arrepentimiento
que, por no ser antiguo,
--ah, Seigneur, donnez-moi la force et le courage!--
invite de verdad a arrepentirme
con algún resto de sinceridad.
Ya nada temo más que mis cuidados.

De la vida me acuerdo, pero dónde está.



T'INTRODUlRE DANS MON HISTOlRE...

La vida a veces es tan breve
y tan completa que un minuto
-cuando me dejo y tú te dejasva
más aprisa y dura mucho.
La vida a veces es más rica.
y nos convida a los dos juntos
a su palacio, entre semana,
o los domingos a dar tumbos.
La vida entonces, ya se cuenta
por unidades de amor tuyo,
tan diminutas que se olvidan
en lo feliz, en lo confuso.
La vida a veces es muy poco
y tan Intensa -si es tu gusto...
Hasta el dolor que tú me haces
da otro sentido a ser del mundo.
La vida, luego, ya es nosotros
hasta el extremo más inmundo.
Porque quererse es un castigo
y es un abismo vivir juntos.

CANCIÓN FINAL

Las rosas de papel no son verdad
y queman
lo mismo que una frente pensativa
o el tacto de una lámina de hielo.
Las rosas de papel son, en verdad,
demasiado encendidas para el pecho.

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