Tú
y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No. No lo sabes.
Yo en desvelo,
y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú
por tu sueño y por el mar las naves.
En cárceles
de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen,
roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que
alce hasta a ti las alas de mis aves.
Saber que duermes tú,
cierta, segura
-cauce fiel de abandono, línea pura-,
tan
cerca de mis brazos maniatados.
Qué pavorosa exclavitud
de isleño
yo insomne, loco, en los acantilados,
las
naves por el mar, tú por tu sueño.
Sé buena, dime cosas incorrectas desde el punto de vista político. Un ejemplo: que eres rubia. Otro ejemplo: que Occidente no te parece un monstruo de barbarie dedicado a la sórdida tarea de cargarse el planeta. Otro que el multi- culturalismo es un nuevo fascismo, sólo que más hortera, o que disfrutas pegando a un pedagogo o a un psicólogo, o que el Mediterráneo te horroriza. Dime cosas que lleven a la hoguera directamente, dime atrocidades que cuestionen verdades absolutas como: “No creo en la igualdad”. O dime cosas terribles como que me quieres a pesar de que no soy de tu sexo, que me quieres del todo, con locura, para siempre, como querían antes las hembras de la Tierra.
Novum Testamentum in Vetere, eoque temporaneo, absconditum.
1. [v 1.] Audite, audite dilectissima viscera corporis Christi, quorum spes Dominus Deus vester est, et non respicitis in vanitates et insanias mendaces; et qui adhuc respicitis, audite ne respiciatis. Psalmus iste inscriptionem habet, id est titulum: Defecerunt hymni David, filii Iesse: Psalmus ipsi Asaph. Tot habemus psalmos in quorum titulis scriptum est nomen David, nusquam est additum filii Iesse, nisi in hoc solo. Quod credendum est non frustra factum, neque inaniter: ubique enim nobis innuit Deus, et ad intellectum vocat pium studium caritatis. Quid est: Defecerunt hymni David, filii Iesse? Hymni laudes sunt Dei cum cantico: hymni cantus sunt continentes laudem Dei. Si sit laus, et non sit Dei, non est hymnus: si sit laus, et Dei laus, et non cantetur, non est hymnus. Oportet ergo ut, si sit hymnus, habeat haec tria: et laudem, et Dei, et canticum. Quid est ergo: Defecerunt hymni? Defecerunt laudes quae cantantur in Deum. Molestam rem et quasi luctuosam videtur nuntiare. Qui enim cantat laudem, non solum laudat, sed etiam hilariter laudat: qui cantat laudem, non solum cantat, sed et amat eum quem cantat. In laude confitentis est praedicatio: in cantico amantis affectio. Defecerunt ergo hymni David, ait: et addidit, filii Iesse. Erat enim David rex Israel, filius Iesse, tempore quodam Veteris Testamenti; quo tempore Novum Testamentum occultatum ibi erat, tamquam fructus in radice. Si enim quaeras fructum in radice, non invenies; nec tamen invenies in ramis fructum, nisi qui de radice processerit. Illo ergo tempore, populo primo venienti ex semine Abrahae carnaliter; nam et populus secundus pertinens ad Novum Testamentum, ad semen Abrahae pertinet, sed iam spiritaliter: illi ergo populo primo adhuc carnali, ubi pauci prophetae intellegebant et quid desideraretur a Deo, et quando haberet publice praedicari, praenuntiaverunt futura haec tempora, et adventum Domini nostri Iesu Christi. Et quemadmodum Christus ipse secundum carnem nasciturus, in radice erat occultus in semine Patriarcharum, et quodam tempore revelandus tamquam fructu apparente, sicut scriptum est: Floruit virga de radice Iesse: sic etiam ipsum Novum Testamentum, quod in Christo est prioribus illis temporibus occultum erat, solis Prophetis cognitum, et paucissimis piis, non ex manifestatione praesentium, sed ex revelatione futurorum. Nam quid sibi vult, fratres, ut unum quiddam commemorem, quod Abraham mittens servum suum fidelem ad desponsandam uxorem unico filio suo, facit eum iurare sibi, et in iuramento dicit ei: Pone manum sub femore meo, et iura? Quid erat in femore Abrahae, ubi ille manum posuit iurans? Quid ibi erat, nisi quod et tunc ei promissum est: In semine tuo benedicentur omnes gentes. Femoris nomine caro significatur. De carne Abrahae, per Isaac et Iacob, et ne multa commemoremus, per Mariam Dominus noster Iesus Christus.
Los Cántaros Paul Celan para klaus demus En las largas mesas del tiempo beben los cántaros de Dios. Beben hasta el fondo los ojos de los videntes y los ojos de los ciegos, los corazones de las sombras imperantes, la mejilla hundida de la tarde. Son los más poderosos bebedores: igual se llevan a la boca lo vacío que lo lleno y no rebosan de espuma como tú o yo.
Versión de José Ángel Valente
Die Krüge
An den langen Tischen der Zeit zechen die Krüge Gottes. Sie trinken die Augen der Sehenden leer und die Augen der Blinden, die Herzen der waltenden Schatten, die hohle Wange des Abends. Sie sind die gewaltigsten Zecher: sie führen das Leere zum Munde wie das Volle und schäumen nicht über wie du oder ich.
aus : Paul Celan, “Die Hand voll Stunden”, Gedichte, dtv 12232
-¿Qué esperamos congregados en el foro? Es a los bárbaros que hoy llegan.
-¿Por qué esta inacción en el Senado? ¿Por qué están ahí sentados sin legislar los Senadores?
Porque hoy llegarán los bárbaros. ¿Qué leyes van a hacer los senadores? Ya legislarán, cuando lleguen, los bárbaros.
-¿Por qué nuestro emperador madrugó tanto y en su trono, a la puerta mayor de la ciudad, está sentado, solemne y ciñiendo su corona?
Porque hoy llegarán los bárbaros. Y el emperador espera para dar a su jefe la acogida. Incluso preparó, para entregárselo, un pergamino. En él muchos títulos y dignidades hay escritos.
-¿Por qué nuestros dos cónsules y pretores salieron hoy con rojas togas bordadas; por qué llevan brazaletes con tantas amatistas y anillos engastados y esmeraldas rutilantes; por qué empuñan hoy preciosos báculos en plata y oro magníficamente cincelados?
Porque hoy llegarán los bárbaros; y espectáculos así deslumbran a los bárbaros.
-¿Por qué no a acuden, como siempre, los ilustres oradores a echar sus discursos y decir sus cosas?
Porque hoy llegarán los bárbaros y les fastidian la elocuencia y los discursos.
-¿Por qué empieza de pronto este desconcierto y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!) ¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían y todos vuelven a casa compungidos?
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron. Algunos han venido de las fronteras y contado que los bárbaros no existen.
¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros? Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.
La ciudad
Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar. Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta. Todo esfuerzo mío es una condena escrita; y está mi corazón - como un cadáver - sepultado. Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo. Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire oscuras ruinas de mi vida veo aquí, donde tantos años pasé y destruí y perdí".
Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares. La ciudad te seguirá. Vagarás por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo y en estas mismas casas encanecerás. Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes- no hay barco para ti, no hay camino. Así como tu vida la arruinaste aquí en este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.
Versión de Miguel Castillo Didier
Los sabios los hechos que se aproximan...
Pues los dioses perciben los hechos futuros; los hombres, los ya ocurridos; los sabios, los que se aproximan. Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana, VIII, 7
Los hombres conocen los hechos que ocurren al presente. Los futuros los conocen los dioses, plenos y únicos poseedores de todas las luces. De los hechos futuros los sabios captan aquellos que se aproximan. Sus oídos
a veces en horas de honda meditación se conturban. El misterioso rumor les llega de los acontecimientos que se aproximan. Y atienden a él piadosos. Mientras en la calle afuera, nada escuchan los pueblos.
Versión de Miguel Castillo Didier
Una noche
La habitación pobre y vulgar, escondida en los altos de la taberna equívoca. Desde la ventana la calleja, estrecha y sucia. Y las voces abajo de unos cuantos obreros distrayendo su tiempo con las cartas.
Y allí, sobre aquel lecho ordinario y humilde, el cuerpo tuve del amor, los labios voluptuosos de la embriaguez, purpúreos de tal embriaguez que cuando ahora, después de tantos años, esto escribo en mi casa vacía me embriago de nuevo.
Versión de José Ángel Valente
Itaca
Cuando emprendas tu viaje a Itaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias. No temas a los Lestrigones ni a los Cíclopes, ni al colérico Poseidón, seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es elevado, si selecta es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes ni al salvaje Poseidón encontrarás, si no lo llevas dentro de tu alma, si no los yergue tu alma ante tí.
Pide que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas de verano en que llegues -¡con qué placer y alegría!- a puertos antes nunca vistos. Detente en los emporios de Fenicia y hazte con hermosas mercancías, nácar y coral, ámbar y ébano y toda suerte de perfumes voluptuosos, cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas. Ve a muchas ciudades egipcias a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu pensamiento. Tu llegada allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje. mejor que dure muchos años y atracar, viejo ya, en la isla, enriquecido de cuanto ganaste en el camino sin aguardar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Itacas.
Ni hual choca in ni hual icnotlamati zan ca anicnihuan azo toxochiuh on ¿ma ye ic ninapantiuh can on Ximohuayan? Nihuallaocoya.
Aquí me pongo a llorar me pongo triste. Soy sólo un cantor Vean, amigos míos acaso con nuestras flores ¿he de vestirme allá donde están los que no tienen cuerpo? Me pongo triste.
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Quin ōctlamati noyōllo niccaqui in cuīcatl, niquitta in xōchitl ¡Māca in cuetlahuia in Tlālticpac!
Al fin comprendí mi corazón escucho el canto veo las flores ¡Que no marchiten en la Tierra!
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(“Mi hermano, el hombre”) incenzontotl icuicauh Nehhualt nictlazohtla chalchihuitl itlapaliz ihuan in ahuiyacmeh xuchimeh zan oc cencah no ihtzin in tlacatl Nehhuatl nictlazohtla
Amo el canto de zenzontle pájaro de cuatrocientas voces, amo el color del jade y el enervante perfume de las flores, pero más amo a mi hermano: el hombre.
Ventana de la mar para la tempestad y sus olas Sol de la almendra para el dardo y sus trompetas Luna del crepúsculo para lo lascivo y sus caprichos Carne del impudor para el deseo y sus tumultos Concubina del pubis para el macho y sus males Pimentero de la fusión para la alcoba y sus tigresas Armonía de la verticalidad para el carnívoro y sus chupetones Estampilla de lefa para el creador y sus alucinaciones Joya del orgasmo para flauta y sus dedos Pleno de existencia para la intimidad y sus ritos Taller del amor para el martirio y sus brasas Corazón del espasmo para la eyaculación y la lamida Flor del furor para el sádico y sus mordiscos Molino de delicias para la pistola y sus tiros Margarita de Eros para el libidinoso y sus fervores Nicho de enigma para la penetración y sus rayos Ciprina de adoración para el tallo y sus carnavales Botón de ligue para el priapo y sus caprichos Rosa de besos para el adorador y sus puros Calibistri de locura para el bullicio y sus dilecciones Concha de seducción para lo precioso y sus himeneos Escudo de delirio para el ruiseñor y sus caprichos. Copete de ardor para la fantasía y sus nudos Mandolina de calor para la flecha y sus intrigas Fresa de diluvio para el delirium y sus tremens Nido de culto para el marqués y sus ataduras Cajón de erección para el clavicordio y sus pasiones Mechón de embrujo para la daga y sus toques. Tesoro de fiebre para el falo y sus quemaduras Cetro de la llama para la ceremonia y sus frenesíes.
Arrabal (Monte Carmelo, 2007)
Clitoris (quite innocently)
Maritime windowpane for the gale and its waves. Solar almondine for the stinger and its trumpet. Lunar twilight for salacity and its fancies. Fleshly brazenness for cravings and their strife. Pubic concubine for the male and his turpitude. Pepper mill of liquefaction for the nook and its tigresses. Vertical harmony for the carnivore and his suction. Ejaculate logo for the Creator and his delusions. Orgasmic bauble for the piccolo and its finger-holes. Existential pregnancy for intimacy and its rites. Doting workroom for the martyr and his burning coals. Convulsive heart for the discharge and its labia. Corybantic bud for the sadist and his chaw. Ambrosial grinder for the pistol and its fusillade. Erotic daisy for the unchaste and his urges. Enigmatic niche for the bolt and its lightning. Worshipful pheromones for the rod and its kermesses. Fixating knob for Priapus and his lust. Kiss-ridden rose for the swain and his cigars. Deranged contrapunctum for the bounder and his joys. Seductive seashell for the popinjay and his cherries. Frenzied coat of arms for the nightingale and its crotchets. Ardent tuft for the chimera and their rosettes. Calescent mandolin for the arrow and its schemes. Drenched strawberry for delirium and its tremens. Sacramental nest for the Marquis and his go-betweens. Erectile drawer for the spinet and its zeal. Bewitching ruff for the scimitar and its slits. Febrile prize for the phallus and its abrasions. Fiery scepter for the protocol and its fury.
Arrabal, Monte Carmelo 2007 (traduction de Benjamin Ivry, New York )
Como se incendia el alción, la libélula se inflama; Como tumbadas del pretil de rotundos pozos Suenan las piedras; igual que cada cuerda tañida dice, cada campana al mecerse En su arco halla lengua para lejos proclamar su nombre; Cada cosa mortal hace una cosa y una sola: Dispensa el ser que dentro de cada cual habita; Se afirma — va hacia sí; dice y descifra yo mismo Gritando Lo que hago soy: para eso vine.
Digo más: el justo vive justicia; Cumple con la gracia: así todos sus andares son gracias cumplidas; Actúa a los ojos de Dios aquello que a los ojos de Dios es — Cristo — pues Cristo juega en diez mil lugares, Bello de miembros, y bello a los ojos ajenos Del Padre a través de las facciones de los hombres. (1882)
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As kingfishers catch fire, dragonflies draw flame; As tumbled over rim in roundy wells Stones ring; like each tucked string tells, each hung bell's Bow swung finds tongue to fling out broad its name; Each mortal thing does one thing and the same: Deals out that being indoors each one dwells; Selves - goes itself; myself it speaks and spells, Crying What I do is me: for that I came.
I say more: the just man justices; Keeps grace: that keeps all his goings graces; Acts in God's eye what in God's eye he is - Christ. For Christ plays in ten thousand places, Lovely in limbs, and lovely in eyes not his To the Father through the features of men's faces.
I Inútilmente fui recorriendo senderos entre mármoles. Luz de prodigiosa hondura. (Toda la noche había llovido. Al clarear cesó la lluvia. Nubes navegaban el cielo; nubes blancas.) Inútil fue recorrer senderos, buscar tu nombre. Inútil: no lo hallé. Y recé una oración por ti -¿por ti o por mí? Después te olvidé. Sean los muertos los que entierran a sus muertos
II Estaba tan olvidado todo! Pero esta noche...
¿Por qué será imposible verte de nuevo, hablarte, escucharte, tocarte, ir -con los mismos cuerpos y almas que tuvimos, pero con más amor- uno al lado del otro... (Ilusión descuajada del espacio y del tiempo lo sé para mi daño.)
Yo te hablaría lo mismo que hablaría, si yo fuese su dueño mi verso: con palabras de cada día, pero bajo las que sonara la corriente fluvial de la ternura. Como se hablan los hombres, conteniendo las ganas de llorar, de decirse "te quiero". Sin llorar ni decirse "te quiero", que es cosa de mujeres.
Qué quedaría entonces de ti, después de tantos años bajo la tierra. Dónde hallarte - pensé aquel día. No estamos jamás donde morimos definitivamente, sino donde morimos día a día.
III Pero esta noche...
Te abrazaría, créeme, te besaría, te daría calor, te adoraría. Haría algo que es más difícil: tratar de comprenderte.
Y te comprendería te comprendo ya, créelo. Nos va enseñando tanto la vida... Nos enseña por qué un hombre ve rota su voluntad, y sueña, y vive solitario; por qué va a la deriva en el témpano errante arrancado a la costa, y se deja morir mientras mira impasible cómo se hunden los suyos, la carne de su carne, su hermoso mundo... IV
Son líneas sin sentido éstas que trazo. Yo mismo no comprendo qué es lo que dejo en ellas. Acaso sea música de mi alma, arrancada de modo misterioso por tu mano de muerto.
Tu mano viva. Yo pensé en ella, pero era una mano muerta, una mano enterrada la que yo perseguía.
Inútilmente fui buscando aquella mano. Se estaba convirtiendo en festín de las flores. En vaho tibio para empeñar las estrellas. En luz malva y errante que da su son al alba. Estaría mezclándose con la tierra materna. Se hacía mano viva: lo que es ahora. V
Te abrazaría, créeme. Te daría calor. Te comprendo ya. Entonces no era tiempo. Fue un día de septiembre, en Ciriego, -un cementerio que oye la mar- el año mil novecientos cincuenta.
Cuando vivías, eras un extraño. Aquel día entre mármoles, fui buscándote, tratando de comprenderte. Sólo esta noche, de modo inesperado, al fin he comprendido. Tarde, para mi daño.