jueves, 28 de octubre de 2010

CUATRO CUARTETOS T. S. Eliot (fragmento)

CUATRO CUARTETOS T. S. Eliot (fragmento)
El conocimiento Impone una estructura, y falsifica,
pues la estructura es nueva en cada momento
y cada momento es una nueva y chocante
valoración de todo lo que hemos sido.
Sólo nos desengañamos
de lo que, engañando, ya no podría hacer daño.
En medio, no sólo en medio del camino
sino en todo el camino, en un bosque oscuro,
en una zarza,
en el borde de una ciénaga, donde no se puede hacer pie,
y amenazado por monstruos, luces fantásticas,
a riesgo de quedar encantado. No me hagáis oír nada
sobre la sabiduría de los ancianos, sino más bien
sobre su locura,
su miedo al miedo y frenesí, su miedo a la posesión,
a pertenecer a otro, o a otros, o a Dios.
La única sabiduría que podemos esperar adquirir
es la sabiduría de la humildad:
la humildad es interminable.
Las cosas han ido todas a parar bajo el mar.

Los que bailaban han ido todos a parar bajo el cerro.

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The knowledge imposes a pattern, and falsifies,
For the pattern is new in every moment
And every moment is a new and shocking
Valuation of all we have been. We are only undeceived
Of that which, deceiving, could no longer harm.
In the middle, not only in the middle of the way
But all the way, in a dark wood, in a bramble,
On the edge of a grimpen, where is no secure foothold,
And menaced by monsters, fancy lights,
Risking enchantment. Do not let me hear
Of the wisdom of old men, but rather of their folly,
Their fear of fear and frenzy, their fear of possession,
Of belonging to another, or to others, or to God.
The only wisdom we can hope to acquire
Is the wisdom of humility: humility is endless.

The houses are all gone under the sea.

The dancers are all gone under the hill.


http://www.tristan.icom43.net/quartets/index.html
http://isaiasgarde.myfil.es/get_file/eliot-ts-cuatro-cuartetos-trad.pdf

lunes, 25 de octubre de 2010

Un hemisferio en una cabellera (Charles Baudelaire)


Poema número 17 de El spleen de París (Los pequeños poemas en prosa).

Déjame respirar mucho tiempo, mucho tiempo, el olor de tus cabellos; sumergir en ellos el rostro, como hombre sediento en agua de manantial, y agitarlos con mi mano, como pañuelo odorífero, para sacudir recuerdos al aire.
¡Si pudieras saber todo lo que veo! ¡Todo lo que siento! ¡Todo lo que oigo en tus cabellos! Mi alma viaja en el perfume como el alma de los demás hombres en la música.
Tus cabellos contienen todo un ensueño, lleno de velámenes y de mástiles; contienen vastos mares, cuyos monzones me llevan a climas de encanto, en que el espacio es más azul y más profundo, en que la atmósfera está perfumada por los frutos, por las hojas y por la piel humana.
En el océano de tu cabellera entreveo un puerto en que pululan cantares melancólicos, hombres vigorosos de toda nación y navíos de toda forma, que recortan sus arquitecturas finas y complicadas en un cielo inmenso en que se repantiga el eterno calor.
En las caricias de tu cabellera vuelvo a encontrar las languideces de las largas horas pasadas en un diván, en la cámara de un hermoso navío, mecidas por el balanceo imperceptible del puerto, entre macetas y jarros refrescantes.
En el ardiente hogar de tu cabellera respiro el olor del tabaco mezclado con opio y azúcar; en la noche de tu cabellera veo resplandecer lo infinito del azul tropical; en las orillas vellosas de tu cabellera me emborracho con los olores combinados del algodón, del almizcle y del aceite de coco.
Déjame morder mucho tiempo tus trenzas, pesadas y negras. Cuando mordisqueo tus cabellos elásticos y rebeldes, me parece que como recuerdos.

XVII

UN HÉMISPHÈRE DANS UNE CHEVELURE


Laisse-moi respirer longtemps, longtemps, l’odeur de tes cheveux, y plonger tout mon visage, comme un homme altéré dans l’eau d’une source, et les agiter avec ma main comme un mouchoir odorant, pour secouer des souvenirs dans l’air.
Si tu pouvais savoir tout ce que je vois ! tout ce que je sens ! tout ce que j’entends dans tes cheveux ! Mon âme voyage sur le parfum comme l’âme des autres hommes sur la musique.
Tes cheveux contiennent tout un rêve, plein de voilures et de mâtures ; ils contiennent de grandes mers dont les moussons me portent vers de charmants climats, où l’espace est plus bleu et plus profond, où l’atmosphère est parfumée par les fruits, par les feuilles et par la peau humaine.
Dans l’océan de ta chevelure, j’entrevois un port fourmillant de chants mélancoliques, d’hommes vigoureux de toutes nations et de navires de toutes formes découpant leurs architectures fines et compliquées sur un ciel immense où se prélasse l’éternelle chaleur.
Dans les caresses de ta chevelure, je retrouve les langueurs des longues heures passées sur un divan, dans la chambre d’un beau navire, bercées par le roulis imperceptible du port, entre les pots de fleurs et les gargoulettes rafraîchissantes.
Dans l’ardent foyer de ta chevelure, je respire l’odeur du tabac mêlé à l’opium et au sucre ; dans la nuit de ta chevelure, je vois resplendir l’infini de l’azur tropical ; sur les rivages duvetés de ta chevelure je m’enivre des odeurs combinées du goudron, du musc et de l’huile de coco.
Laisse-moi mordre longtemps tes tresses lourdes et noires. Quand je mordille tes cheveux élastiques et rebelles, il me semble que je mange des souvenirs.

domingo, 10 de octubre de 2010

Dos versiones de "On a Wedding Anniversary" de Dylan Thomas

On A Wedding Anniversary

The sky is torn across
This ragged anniversary of two
Who moved for three years in tune
Down the long walks of their vows.

Now their love lies a loss
And Love and his patients roar on a chain;
From every tune or crater
Carrying cloud, Death strikes their house.

Too late in the wrong rain
They come together whom their love parted:
The windows pour into their heart
And the doors burn in their brain.
-- Dylan Thomas

Versión de John Cale en su disco Words for the Dying

En directo y en solitario con el piano:


Adaptación al castellano de Tulsa (Miren Iza):

El placer de descubrir (Richard P. Feynman, extractos)

Niñez

"Un día estaba yo jugando con lo que llamamos un vagón exprés (…). Tenía dentro una bola (lo recuerdo bien) y me fijé en un detalle del movimiento de la bola, así que le dije a mi padre: “Papá, he notado algo: cuando tiro del vagón la bola rueda hacia la parte trasera, y cuando estoy tirando y de repoente dejo de hacerlo, la bola rueda hacia la parte delantera (…), ¿por qué pasa eso?” (…) “Nadie lo sabe. Hay un principio general que dice que las cosas que están en movimiento tratan de seguir en movimiento, y las cosas que están en reposo tienden a permanecer en reposo a menos que ejerzas una fuerza sobre ellas (…). Esta tendencia se llama inercia pero nadie sabe por qué es verdad. (…) Si te fijas bien verás que no es la bola la que rueda hacia la parte trasera del vagón, sino que es la parte trasera del vagón la que tú estás tirando hacia la bola; verás que la bola sigue quieta o que quizá empieza a moverse debido a la fricción, pero en realidad se mueve hacia adelante y no hacia atrás."

Censura en el Proyecto Manhattan

"Y así llega el día, el primer día de la censura. ¡Teléfono! ¡Riiiiing! Yo: “¿Qué?” “Venga, por favor.” Yo voy. “¿Qué es esto?” Es una carta de mi padre. “Bien, ¿qué es?” Hay un papel rayado, y hay unas líneas con puntos: cuatro puntos abajo, un punto arriba, dos puntos abajo, un punto arriba, un punto debajo de un punto. “¿Qué es esto?” Yo dije: “Es un código.” Y ellos: “sí, es un código; pero ¿qué dice?”. Yo dije: “No sé lo que dice.” Dijeron: “Bien, ¿cuál es la clave del código; cómo lo descrifra?”. Yo dije: “Pues no lo sé.” Entonces ellos dijeron: “¿Qué es esto?”. Yo dije: “Es una carta de mi mujer.” “dice TJXYWZ TW1X3. ¿Qué es esto?” Yo dije: “Otro código.” “¿Cuál es la clave?” “No lo sé.” Dijeron: “¿Usted está recibiendo mensajes en clave y no la conoce?” “Exactamente. Juego con ellos. Les reto a que me envíen un código que no pueda descifrar, ¿ven ustedes? De modo que se inventan códigos y me envían mensajes sin decirme cuál es la clave.” Ahora bien, una de las reglas de la censura era que no iban a interferir en nada que uno hiciera normalmente en el correo. Así que dijeron: “Bien, usted va a tener que decirles que por favor envíen la clave con el mensaje.” Dije: “¡Pero yo no quiero saber la clave!” Dijeron: “Muy bien, nosotros sacaremos la clave.” Y llegamos a ese compromiso."

Ciencia y Sociedad

Pienso, y todos ustedes deben saberlo por experiencia, que la gente (quiero decir la persona media, la gran mayoría de las personas, la inmensa mayoría de las personas) son lamentablemente, penosamente, absolutamente ignorantes de la ciencia en el mundo en el que viven, y pueden seguir así. No quiero decir nada de ellos; lo que quiero decir es que pueden seguir sin que les preocupe lo más mínimo (sólo tibiamente) y cuando ocasionalmente ven la CP mencionada en los periódicos, preguntan qué es eso. Y una cuestión interesante de la relación entre ciencia y sociedad moderna es precisamente ésa: ¿por qué es posible que la gente en una sociedad moderna permanezca tan penosamente ignorante, y pese a todo razonablemente felíz, cuando hay tanto conocimiento al que no pueden acceder?

Ciencia y belleza

"no sólo hay belleza en esta escala de un centímetro: hay también belleza en una escala más pequeña, en la escala interna. [...] ¿Existe también ese sentido estético en las formas inferiores? ¿Por qué es estético? Todo tipo de preguntas interesantes que ponen de manifiesto que un conocimiento de la ciencia añade algo a la excitación, el misterio y el respeto por una flor."

Qué es la ciencia

“Pienso que podría definir la ciencia más o menos así: la evolución en este planeta llegó a una etapa en la cual aparecieron animales inteligentes (...) Se dio entonces la posibilidad de acumulación del conocimiento (...) El que la raza tuviese memoria, el que existiese una acumulación de conocimientos transmisibles de una generación a otra era un fenómeno nuevo en el mundo. Pero esta situación implicaba un peligro. Así como era posible transmitir ideas provechosas para la raza, también se podían transmitir ideas que no lo eran.

Vino entonces una época en la que, a pesar de ser muy lenta la acumulación no era siempre de cosas útiles y prácticas sino de todo tipo de prejuicios y de creencias absurdas y extrañas. Finalmente se descubrió una forma de evitar este mal. Dudar de la veracidad de lo que nos es trasmitido del pasado y tratar de determinar ab initio nuevamente esas situaciones a partir de la experiencia, en vez de admitir las experiencias del pasado tal como nos llegan. Esto es la ciencia, es el resultado de descubrir que es valioso volver a comprobar lo logrado mediante las experiencias pasadas de la raza. Así lo veo y es mi mejor definición."

Ciencia que no es una ciencia...

"Debido al éxito de la ciencia, existe, pienso yo, un tipo de pseudociencia. Las ciencias sociales son un ejemplo de una ciencia que no es ciencia. No hacen [cosas] de forma científica, sólo siguen las formas: recogen datos, hacen esto y aquello y todo lo demás, pero no llegan a ninguna ley, no han descubierto nada. No han llegado a ninguna parte todavía; quizá lleguen algún día, pero todavía no están muy desarrolladas, lo que sucede está en un nivel todavía más trivial. Tenemos expertos en todo que parece que fueran expertos científicos. No son científicos, se sientan ante una máquina de escribir y dicen algo parecido a «el alimento producido con fertilizante orgánico es mejor para usted que el alimento producido con fertilizante inorgánico»; quizá sea cierto o quizá no, pero no ha sido demostrado ni en un sentido ni en el otro. Pese a todo, siguen sentados ahí delante de la máquina de escribir como si fuera ciencia y entonces se convierten en expertos en alimentos, alimentos orgánicos y todo eso. Hay todo tipo de mitos y pseudociencia por todas partes.

Quizá yo esté equivocado y quizá ellos sepan todas estas cosas, aunque yo no creo que esté equivocado. Ya ven, tengo la ventaja de haber descubierto lo duro que es llegar a conocer algo realmente, cuánto cuidado hay que poner en comprobar los experimentos, qué fácil es cometer errores y engañarse a uno mismo. Yo sé lo que significa saber algo, y por eso cuando veo cómo obtienen ellos su información no puedo creer que ellos lo sepan, no han hecho el trabajo necesario, no han hecho las comprobaciones necesarias, no han puesto el cuidado necesario. Tengo grandes sospechas de que no saben nada, que esto es [falso] y ellos están intimidando a la gente. Así lo creo. No conozco muy bien el mundo pero eso es lo que yo creo."







Autor(a): Richard P. Feynman
Título: El placer de descubrir
ISBN-10: 8484328260
ISBN-13: 978-8484328261









martes, 5 de octubre de 2010

Todos los Febreros

A qué viene la noche si no es buscando pájaros. Sobre la profundidad que abraza mi balcón, asisto sin palabras a la marea ciega y astuta, sus lápices infatigables, el pausado latido concéntrico de su corazón. Por eso he abandonado el sueño, saliendo de sus manos por un infinito estudio y una segura consecración. Ahora estoy enteramente en la actitud nocturna que las horas más graves exigen. Huyo de los relojes, establezco distancias de mi cuerpo al llamado de timbres y campanas. Sostenido en mi balcón por una paciencia osada, miro llenarse la calle de topacios, en una sorda batalla de sustituciones, hasta que las aristas de toda construcción son arrastradas por la marea de lo que viene y las aguas de la sombra ascienden, con aspirados torbellinos silenciosos, hasta mi refugio. A qué viene la noche si no es buscando pájaros. Cuando está junto a mí, abro los brazos, la bebo profundamente y me dejo ir, ya olvidado de resistencias, como un halcón fulminado o una construcción gótica.

Julio Cortázar de "Fondos de cajón", del libro Papeles inesperados

domingo, 3 de octubre de 2010

Sor Juana Inés de la Cruz

Tras el fiasco de "Lope", os dejo con la Divina Monja Mexicana

En que satisface un recelo
con la retórica del llanto

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;
y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía:
pues entre el llanto, que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.

Baste ya de rigores, mi bien, baste;
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu quietud contraste

con sombras necias, con indicios vanos,
pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.

Que contiene una fantasía
contenta con amor decente


Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.